¡Sorpresa!

No es que no me gusten las sorpresas (aunque no sé cómo responder ante ellas, por toda esa política personal de "no demostraciones" que tengo), pero ODIO que me digan "tengo una sorpresa para vos"
-¿Qué es?
-Ahh, vas a tener que esperar.

Ok, es estúpido preguntar "qué es" cuando antes se dijo "tengo una sorpresa". Pero es sumamente molesto decir que hay algo que te van a dar, pero no todavía. Eso es lo que no me gusta. La anticipación. Me llevaría mejor con las sorpresas si me las dieran en el momento, sin aviso previo.
-Tomá, tengo una sopresa para vos.
*Abro el paquetito*
-¡Oh, dios mío! La biografía no autorizada de Ricky Martin. *Lo tiro a la calle* Pensé que me conocías.

Esa no sería una "buena sorpresa". Pero se evitó todo tipo de ansiedad, de análisis de "sorpresas más probables", o las constantes solicitudes de pistas para averiguar el misterio. ¿Cuál es la gracia de decirlo anticipadamente, si eso no sólo genera un fastidio en mí, sino también en la persona que me lo dice? Porque si me conoce (queda sobreentendido que regalarme un libro de Ricky Martin es lo opuesto a conocerme), sabe perfectamente que no me contento con "tendrás que esperar" y que puedo convertirme en el ser más molesto que pisa la tierra (más de lo que ya soy).

Así que ya saben. NADA de avisos, se hace la entrega al tiempo que se anuncia. Y NADA de Ricky Martin... o morirán.

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Tato dice:
ACABO DE VER UNA FOTO DE UNA CUCARACHA
no me dio miedo
Jorge dice:
antes de ayer me atacó una
Tato dice:
cómo?
Jorge dice:
me voló encima casi
Tato dice:
a vos siempre te atacan.
debe ser porque sos negro y te confunden con su madre.