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El subte
El hombre está apoyado contra la puerta del subte, sin inmutarse frente al cartel que dice que no lo haga. Repentinamente, las puertas se abren y él cae hacia las vías, dando un manotazo inútil para salvarse. Su cuerpo golpea con fuerza y algo le separa la cabeza del resto del cuerpo. Se eleva por los aires, salpicando las paredes del túnel con sangre. Da de lleno con la ventanilla de un vagón y la expresión de horror de los pasajeros es casi igual a la de su rostro pegado al vidrio, la misma expreción que tenía al caer.
1 comentario:
Podrías presentarlo en el concurso del subte, no se si hay tiempo todavía.
En fin, cuando iba en el avión se me ocurrió una idea parecida, con mucho aire a naranja mecánica. Pero un final diferente.
Venga tío
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